El apareamiento resulta un
momento interesante para observar los comportamientos del colibrí. La mayoría de
las especies maduran cuando cumplen sólo unos meses de edad. La temporada de
cría varía según el clima en una región dada.
Durante el cortejo,
los machos pueden mover sus alas cientos de veces por segundo para conseguir la
atención de la hembra. También cambiarán su velocidad de vuelo de
aproximadamente 30 millas por hora hasta aproximadamente 60 millas por hora. La
inmersión, en el cortejo del colibrí es muy elaborada y ejecutada con gracia,
es algo que verá durante el pico de la temporada de nidación de los colibríes.
El macho subirá, unos 60 pies en el aire y se sumergirá a una velocidad de
última hora, luego realizará un arco, lo repetirá una y otra vez.
Este movimiento atrae
a las hembras de la zona que listas para aparearse. Se cree que el rápido
movimiento de sus alas emite sonidos zumbantes y esto atrae a las hembras. Los
machos compiten por el espacio para hacer estas inmersiones de cortejo, la idea
es que un macho pueda dominar un área determinada y no perderse la oportunidad
de ganarles una potencial pareja a otros machos.
Los chirridos fuertes
son también utilizados para lograr la atracción de las hembras y, aunque que el
colibrí puede chirriar en cualquier momento, tienden a reservarlos para dicho
momento. Durante la búsqueda de un compañero los utilizan para determinar la
ubicación y el interés de los demás, también es utilizado por los machos como
advertencia para mantener a otros machos alejados.
Los colibríes poseen
variedad de plumas de colores que tienden a ocultar la mayor parte del tiempo,
sus colores pueden hacer que sea difícil para ellos el mezclarse, razón por la
cual a menudo no los muestran. Sin embargo cuando los machos tratan de atraer a
las hembras es la excepción a este comportamiento, se cree, que un espectáculo
lleno de color atrae a las hembras de los colibríes.
A pesar de todos sus
esfuerzos, todavía hay veces en que una hembra madura, simplemente, no estará
interesada, y el macho deberá irse derrotado. No se entiende por qué a veces
esto ocurre, sin embargo, los estudios demuestran que la mayor parte de las
hembras se aparean con machos que han desplegado todos estos rituales de
cortejo.
Después del apareamiento, la pareja se irá por caminos separados. Es común que
los machos salgan a buscar a otras hembras con las que aparearse antes de que
la temporada de reproducción haya terminado. La hembra pasará su tiempo en la
elaboración de un nido y alimentándose. Ella depositará sus pequeños huevos en
el nido y los mantendrá cálidos. La mayoría de las veces solo pondrá dos
huevos, pero a veces hay tres y hasta cuatro. Cuando sus crías nacen, serán del
tamaño de una moneda pequeña.
El joven colibrí es
indefenso al nacer y confía en su madre para la comida y el calor, crecen
rápidamente y, al momento de cumplir cerca de 3 semanas de edad puede volar y
valerse por sí mismos. Más de la mitad de todos los colibríes mueren dentro del
primer año de vida, el promedio de vida para estas aves es de unos 4 años, pero
varía según la ubicación y las especies.
México es un lugar muy
común para que se produzca la reproducción de los colibríes. Se han registrado
más de 50 especies diferentes en este lugar cada año, sólo 16 especies se
reproducen en los Estados Unidos y 4 especies se reproducen en Canadá.
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